sábado, 5 de marzo de 2011
El azar no era tan generoso como el facebook
Facebook te permite llegar a personas que, sin las redes sociales, puede que nunca más hubieras encontrado. El azar no solia ser tan generoso para permitirte encontrar a alguien en el mismo camino después de haber perdido el contacto después de muchos años. Esto nos dibuja un nuevo escenario...el comprobar continuamente si las personas se han convertido en lo que te habías imaginado. Seguro que tu amiga, aquella que la veias en un futuro rodeada de familia y en la más estupenda de las estabilidades, con un hombre triunfador y un collar de lindas perlas oprimiéndole el cuello, resulta que la localizas en facebook y acaba de colgar las fotos de los tres ultimos años que andó perdida en un rincón tibetano. Y lo mismo es válido al revés...seguro que no eres, ni por asomo, lo que aquellas personas que dejaste atrás hace quince años han imaginado sobre ti.
Una profesora en la universidad nos decía, "que cuando pasa el tiempo somos el mismo, pero no somos lo mismo". Supongo que esta idea explica un poco la sorpresa tibetana de la más conservadora y la alta posición social de la punky que bebía vino de brick Don Simon porque su madre no le daba paga suficiente para tomar sus batidos de fresa en la rambla como una señorita. Seguro que ésta segunda sonrie aludida mientras lee porque, por suerte para mi, espero que también para ella, no hace quince años que no la veo. Cuando sigues en contacto con las personas, la evolución es lenta y discreta - salvo extravagancias histriónicas - y no se nota apenas, igual que cuando engordas, no se detecta porque uno crece a lo ancho, de poco en poco, y casi no lo detectas de un dia para otro, solo tomas consciencia cuando te encuentras por casualidad con la foto de tu fiesta de graduación.
Luego existen aquellas personas con las que te forjaste a fuego. Aquellas amistades que por la edad temprana que compartistéis te construistes con ellas y ahora siguen siendo un poco como tu eres, y descubres, después de mucho tiempo sin saber nada, que ambos tenéis una casa de madera en medio de un prado.
Ahora lo dificil es no reconstruir de nuevo tu red, reconstruyes la red de toda tu vida en el facebook, la única cosa es que ahora tu lista de amigos es una miscelania de lo que fuistes en cada momento, y en la lista andan los rockeros, los hippies, los acaudalados y los que no, los compañeros de varios de tus trabajos, los cuales nunca supieron que una vez bailaste como loca ac/dc, los de tu ideologia y los que piensan diferente, los religiosos y los ateos. Y el ancestral arte social de ser un camaleón social y contar cómo te han ido las cosas de forma un poco modificada según quien te escucha, pues se complica porque uno no puede "presentarse" en la red ajustándose a toda la variedad de amigos de tu lista y no tienes más remedio que ser lo que eres y la mayoria de los mundanos colgamos las fotos que evidencia los que somos y cómo lo somos.
Y además, otra cuestión, estás expuesto a los comentarios que los otros quieran colgar en tu muro...y alguién puede recordarte en público aquel evento que pondria colorado a los más blancos mofletes...cómo solia hacer tu madre cuando explicaba tus cosas cuando la tia del pueblo venía de vacaciones. Y sin embargo, existe un especial civismo y recato y no suele pasar nada demasiado grave...todos somos bastante cívicos y correctos y se ha creado un arte, de hablar de tal manera que solo lo entiende el aludido - como dice mi cuñado- si no entiendes qué significa es que el mensaje no es para ti...
Una última cosa, los románticos que piensan que encontrarte en tu camino y por azar a alguien - de repente y en una calle de madrid, por poner un caso - es una señal del destino a la que se debe hacer caso...porque algo significa...pues ahora ...hay que adaptar la idea romántica del destino...pues no tiene caso...encontrar a alguien es facebook no tiene casi nada de destino es más bien un ejercicio sistemático que te pasa cada semana, és un acto lindo de reencuentro, que te deja feliz...y puede que...el reencontrado quede en tu lista de amigos...y puede que no vuelvas a hablar con el/la reencontrada quince años más. Me pregunto si podemos recordar de memoria y sin mirar todas las personas que tenemos en nuestra lista de amigos.
En fin, una herramienta más para la red humana y viva el reencuentro que hace que viva cada dia más feliz en el pais de mis maravillosos.
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