jueves, 24 de noviembre de 2011

Una silla vacía en la esquina de la plaza

Desde que llegué al barrio, ahora hace diez años, veo por las mañanas una silla vacía en una esquina de la plaza. Confieso que esa silla vacia por las mañanas me impresiona. Me impresiona porque nadie la toca. Esa silla tiene el profundo respeto de los que la rodean, de todos los que por allí pasamos.  La verdad es que no siempre ha sido una silla. Hubo un tiempo que era un sofá granate de una plaza. Otro tiempo fue el asiento de un coche que dejó de estar delante del volante. Otrora fue también una silla pero de madera - de aquellas almohadilladas con escay verde-, ahora es una silla de plástico blanco, de las de terraza. Su respaldo imita antiguos trabados artesanos de anea. Mañana puede ser otro modelo. Quién sabe...

En general, aquellos escenarios donde tiene haber personas, y no las hay me producen siempre un estremecimiento. Así quedaron grabadas en mi mente las calles del centro de Madrid en la película abre los ojos, o las gasolineras vacías de la serie walking dead, o aquella atmósfera impresionante del dia después del fin del mundo que recreaba Manuel de Pedrolo en su Mecanuscrito del segundo origen, donde quedaron solos en el mundo un jóven negro que se llamaba Dídac y Alba "verge i bruna".  La sensación de extrañeza puede que sea provocada porque tenemos una expectativa clara para cada escenario concreto, y lo que imaginamos repleto de movimiento y ruido, no lo comprendemos tan rápidamente si está vacío y silencioso. Al contrario también sucede, existe una traición a nuestra expectativa en el jacuzzi del spa, cuando lo esperas relajante y tranquilo y lo encuentras relleno de dos familias enteras dentro de la misma bañera redonda. Aunque ésta segunda escena está más cerca del enojo que de la extrañeza.

A la silla vacía también se le atribuye, al menos, una persona sentada. Si trancurre el dia y llega la tarde la silla está ocupada, a veces por el patriarca, a veces por su mujer, a veces por los chiquillos, a veces por todos a la vez, muchas veces por todos los miembros de la familia extensa que han traido sus propias sillas, que luegon retiran, no sé porqué, pues entrada la noche allí solo suele quedar una única para la mañana siguiente. Pero cuando la silla es un elemento de comodidad para los que disfrutan del fresco, la familia y el barrio, no me genera ninguna sensación extraña, más allá de estas reuniones en la calle me parecen un canto a la vida.

La sensación extraña es algo que se queda ahí, en el aire, sólo cuando la silla está vacia. Es esa magia de la extirpe y de la raza, donde el respeto se respira por las fosas nasales que huelen claramente a que esa silla tiene un dueño, y el dueño pertenece a un mundo que es el mismo que el tuyo pero se torna diferente en el perímetro de esa silla. Así como las toallas que desde primera hora que guardan sitio, ellas solas,  en la playa de Salou, esperando a sus dueños que vendran junto con el sol del mediodia. La silla espera cada dia la magia del patriarca, que va y que viene, pero que tiene su sitio ahí y el que no pertenece al patriarcado no osa a retirar esa silla,  pues esa silla ofrece respeto aún en la ausencia de su sedente.

La silla me cuenta cada mañana que la todas la culturas son ricas en detalles y en matices, que mi barrio es una mezcla maravillosa de lenguas, de culturas, de acentos y de costumbres. La silla me dice cada mañana lo mismo que las alfombras colgadas en los balcones, que  un dia llegaron del desierto lejano, me dicen los mismo que las alforjas bordadas en piel que puedo adivinar colgadas en el garaje entrabierto de un artesano cambrilenc de toda la vida.  Todo ello me dice que el sello de un lugar es tan humano como universal, que lo físico de un lugar está marcado por las personas que  dejamos nuestra huella. Lo mismo que en otros lugares del mundo,  la silla del vendedor de cigarrilllos sueltos, la silla del guarda del parking cuando no está, el plato abandonado de quien da la comida a los gatos callejeros...son cosas que tienen dueño a pesar que esten allí dejadas libres en medio de la calle y qué mágicamente nadie toca, convertiéndose en el ámbito privado de los lugares comunes.

lunes, 13 de junio de 2011

Madurar a pesar de las gominolas y el sueño de los conciertos de rock



Con un bote de gominolas te regalan un politono, me he quedado extrañada y he pensado que si uno no acierta a comprender qué aporta a su vida un politono quizá es que porque ya no toca ir comprando botes de gominolas. Este nimiedad me ha hecho pensar que las cosas estaban cambiando mucho. Pero ayer  caí, por simpatías que te da la vida, en la eterna magia de los conciertos de rock y comprobé que hay cosas que permanecen igual.  Reviví todo ese baño de haces de luz y humos fabricados con olor a tienda de ropa y discoteca,  aquellas discos de las que apenas te queda un leve recuerdo.  Reviví esas explanadas sin asientos, que te acaban haciendo llevar tu noble trasero al suelo - aunque esto no es tan eterno, pues a los treinta y muchos te das cuenta, quieras que no, pues que; tomar el suelo por asiento "ya no es lo mismo", básicamente porque cuando tenías veinte años las lumbares no existían, ni en tu cuerpo, ni en tu diccionario de palabras al uso.

Sentí el embrujo de un Peter Pan ya adolescente.  Sentí de nuevo aquella magia de las cosas eternas... y el consuelo de que hay cosas que son como siempre. Cómo el irrefrenable impulso de las mujeres que han sido rebeldes a ponerse mallas negras. Aunque -cómo dice mi amiga -ésta es una conducta que se abandona de repente, un día cualquiera, cuando pasados los treinta te ves reflejada en un escaparate con una mallas negras a las doce del mediodía!!- la hora es un agravante-.

Comprobé que no han muerto aún esos tickets con el letrero “refresco” ó “cubata” utilizados para ahorrarle trabajo al camarero/a y puede que hurtos involuntarios propios  de manejar dinero en un entorno eufórico. Esos  amables camareros/eras que trabajan ágil para que no sufras la sed del noble deporte de animar a tu grupo. Sigue existiendo ese fan que siempre baila ska aunque suene un blues. Eterna es la estética de los técnicos de sonidos; estos no han sufrido cambio alguno respecto a aquellos que conocí hace veinte años. Los equipos Marshall, las stratocaster, los pedales y el bajista que se queja de que no se escucha a si mismo...

Eterna es también la ilusión que te hace que tu amigo sea el que toca la guitarra y por añadidura te salude desde el escenario. Hay cosas que nunca morirán, nunca morirá la pasión de los guitarristas que saltan contagiando la alegría y haciendo  que el público alce  la  mano  simbólicamente para dar  las gracias por poder saltar en esta vida, aunque solo sea los sábados por la noche - aunque hace falta precisar que el susodicho que salta puede que no tenga "aún" ni idea, de este simbolismo-y puede que, tal y como está el mundo laboral, pueda saltar todos los días y no sólo el sábado, pues no tiene donde ir a trabajar ningún día siguiente. Si el que salta se da cuenta de  la suerte que tiene de poder abandonarse al impulso del rock le esperan cuando amanezca unas agujetas de infierno, seguramente porque ya no es tan joven y conoce lo importante que es olvidarse de todo y abandonarse a la música en directo, un proceso  todavía artesano que requiere de la dedicación y el ensayo de almas entregadas a los acordes y que se fabrica al instante para tus oídos. Un lujo para una era donde hasta la lechuga  viene empaquetada.

Siempre existirá esa guitarra invisible que el bailongo del centro de la explanada toca sin parar marcando los acordes que le hubieran malsonado bastante si la guitarra fuera de verdad. Siempre existirán los que nunca abandonan la primera fila, ni decaen en silbar y animar a los músicos, y tampoco esa figura que lleva y trae la "birra para los músicos", siempre en mayores cantidades de la que beben los músicos porque se autoabastece como cobro del servicio ( supongo que los músicos siguen bebiendo). También perdura ese público periférico, que está, pero que no está, que necesita del concierto pero como fondo mientras, va y viene, a lo suyo, en extraños viajes, posiblemente a ninguna parte, posiblemente a cualquier parte, posiblemente siempre al mismo sitio. No se ha extinguido tampoco el despistado que no sabe qué grupo está tocando. Siguen existiendo diversas rockeras de vértigo, algunos tipos de las motos chopper, tatuajes visibles, cannabis en las esquinas, policías observando a lo lejos, la omnipresencia de la santa cerveza sin cuya participación nada sería igual y un trabajador de la seguridad de calibre magno.

Para los músicos y sus acompañantes existe esa sensación de estar en otro pueblo, de no saber qué hay dos calles más allá, esa sensación de tener que volver a casa, sin casi saber desde donde, entre la pereza y el agradecimiento de estar lejos de la rutina y saber que vuelves con tu grupo de amigos echando la cuenta de la noche, finalmente corta, y siempre intensa. A veces excesiva, a veces sosa, pero casi siempre excitante y en todo caso diferente a la anterior.

A pesar que una no entienda mucho de politonos agradezco que afortunadamente haya cosas que nunca cambian y que siempre están ahí. Aunque la canción que escuchas en directo pueda ahora subirse directamente por el iphone al facebook y quedar allí atrapada, e incluso convertirse en un politono con su toque de sonido enlatado que suena en los telefónos móbiles de los jóvenes muchachos,  una agradece que a pesar de la madurez -por años para no tener que  entrar en términos de juicio- a una todavía le sean familiares los procesos de la magia del rock and roll.


sábado, 7 de mayo de 2011

El indulto del gallo y el bolso de mi hermana

Todos sabemos que el solecito que aparece tras el invierno que es agradable y reconfortante y que parece que te acaricia la piel y te da salud es exactamente el mismo que nos abrasa en julio y nos quejamos de su tórrida visita diaria y nos hace anhelar nuestra nariz de cubito de un enero mediterráneo (que tampoco es mucho sufrir).

Así el mismo gallo que cada mañana te despierta para recordarte que hoy es un buen día para levantarte y trabajar y canta - parece que a propósito-  para dejarte sin la tregua de los "cinco minutos más"...[que no sé porqué son cinco, o diez para lo más avariciosos de sueño...siempre van los minutos como en manojos....porqué no ¿siete? o ¿nueve..?.estoy segura que al despertador le daría igual..]. Este mismo gallo que otrora te hizo pensar en el huevo que lo trajo al mundo, pues en un momento te cae simpático cuando escucharlo significa volver...volver a el olorcito de las sábanas de tu casa, a oír la risa de tu madre en la cocina. Si comparas el gallo con un martillo pneumático que todos los días taladra en la terraza de al lado porque tu vecino se ha vuelto picapedrero resulta que el gallo es un santo enviado directamente para que te suene a música del firmamento.

Por eso la felicidad está en la interpretación de los hechos, me refiero sólo a las cosas que tienen remedio, a las que no... es "gallo de otro cantar"  mencionando esta expresión puesto que de aves anda el gallinero. Para la felicidad hay que tener un bolso como el de mi hermana....es mágico como los cuentos universales...todo es posible que salga de ahí y no tiene fin. Cuando andaba por los veinte mis amigas y yo hacíamos concursos de bolsos, ganaba quien llevaba el objeto más extraño en el bolso. Más allá que siempre ganaba la misma persona por lo insospechado del objeto ....y porque el bolso era tan creativo como lo es su imaginación...La ganadora siempre iba un paso más allá de lo que es habitual encontrar en un bolso cómo los bono-metro caducados de la ciudad grande más cercana y cajas de cerillas con las señas de un viejo bar que cerró hace diez años y sin cerilla alguna...

El bolso de mi hermana es grande como el de muchas de las personas que cuidan y se cuidan, el bolso de mi hermana es la seguridad y el confort de los que le rodean...contiene píldoras para quitar tu dolor, contiene sabores con caramelos para adornar tus sensaciones, alimento con galletitas para saciar tu hambre y darte energía para caminar, siempre al frente y con determinación, agua en minibotellitas para saciar cualquiera que sea tu sed, chicles para darle a la vida un aliento fresco, sales de fruta para superar cualquier nudo en el estómago, una libreta para tomar nota de los momentos buenos y recordarlos cuando decaes, tiritas para encontrar una solución si la vida te roza o se te rompieron las gafas para ver el mundo con esmerada atención y entrega, la única forma de ver su belleza, contiene su bolso el don de dar y cuidar a los otros...y el don de tener un recurso a mano para vencer las dificultades del camino.

Así es la felicidad, llevar un bolso de soluciones, pero hay que darse cuenta que el bolso lo tienes que llenar tu primero de todo aquello que te puede ser útil para el paseo de tu vida. Nada sale de un bolso abandonado. Tampoco te sirve encontrarte un bolso lleno pues puede que no sea útil para lo que tu necesitas. Cuidaros mucho y indultad al gallo que os jode el sueño de la mañana pues se encarga de despertaros para que empezéis a llenar el bolso de todo aquello que te va a hacer fácil tu día, os despierta para que disfrutéis un día más de vuestra gran suerte y para que podáis ayudar a cambiar el mundo para mejorar la suerte de los que no la tienen.














sábado, 2 de abril de 2011

¿Eres de los que ven la televisión sentado o de los que ven la ven tumbado?

Antes de que empiece la campaña electoral para las municipales y a punto de acabar la campaña de inauguraciones, algunas normales y otras no tan normales - como la del sinaero_puerto de Castellón - y en una tarde de viernes y estrenando una primavera que apunta a convertirse en un verano suficientemente tórrido para que nos caliente más de una idea, pongo sobre la mesa una pregunta absolutamente innecesaria con la que está cayendo sobre los hogares y sobre el mundo entero. ¿Eres de los que ves la televisión sentado o de los que la ves tumbado?.  ¿Marca esto diferencias entre maneras de ser? ¿es una cuestión generacional? ¿hay diferencias de clase social? ¿hay diferencias culturales? (esto ultimo seguro, pues en una jaima no hay sofá). Si usted lector pretende hallar aquí una respuesta, puede  economizar el tiempo que le llevará leer lo que sigue.

Imagino a las mamás, de las de antes, las de delantal y de las que nunca tuvieron sirvienta, y de las que no llevan jamás una bata por casa excepto en lo más profundo de la noche y lo más temprano de la mañana, antes que ninguna alma casera las pudiera ver.  La imagino sentada con los brazos recogidos y mirando la tele en el sillón, a veces despierta a veces dormida pero jamás tumbada. 

Imagino al adolescente crecidito agotado porque pasó la noche estudiando o bailando (según el dia de la semana) tirado siempre en el sofá como "mantezuela" tapa tapicerias. O el mismo adolescente ese dia que se ha nutrido de catorce horas seguidas de sueño, y  quedó tan relajado que no pudo apenas despertar y sigue en horizontal para la película de las cuatro y quizá siga para la de las seis. El observador sabe que el adolescente sigue respirando porque el mando aparece de vez en cuando por debajo de la manta y apunta al televisor y dispara cambios de canal.

O imagino las jóvenes parejas que compraron el "chaise lounge", casi bajo amenaza del vendedor de muebles  y cómo obligación generacional,  para tirarse en esa parte del sofa y hacer imposible el acto de irse a dormir con la naturalidad que se debia hacer antaño, cuando nuestros abuelos se levantaban de la silla de al lado de la lumbre para enconderse entre sábanas frias (o precalentadas con carbón). Por cierto, ¿porqué las personas que se compran un sofá que se extiende siempre hacen una demostración de tal extensión al visitante ocasional, es curioso, nos encanta mostrar esa parte de la mecánica de la vida. ¿porqué será?.

Los que ven la televisión tumbados rara vez toman la decisión de irse a dormir, el dormir se convierte en una continuidad entre el programa preferido de la medianoche y los sueños mundanos de cada dia.  Los que ven sentados la televisión siempre con prestancia en la postura y atención sostenida seguro que más a menudo sí que deciden en que momento en que el dia ha acabado.

Y los adolescentes y las parejas del "chaise lounge", cuando van madurando y siendo más sabios y usando más crema hidratante anti-radicales libres -que vaya usted a saber si son libres o no-  ¿van pasando de ver la televisión tumbados a verla sentados? o no tiene nada que ver la edad...y resulta que eso se elige con un gen específico...es talante, es prestancia, es comodidad... O al revés, hay adolescentes que se sientan en el sofá sin perder la postura  para ver religisonamenete su programa de culto.

Más allá que habrá quien a veces ve la televisión tumbado, a veces, y sentado, otras, claro, seguro, pero como todo, seguro que una forma o otra genera costumbre y puede hasta que no tenga ningún significado. En todo caso, es divertido planteárselo, en una tarde de viernes, una tarde tranquila en que uno elige el sofá, la televisión, una pizza en vez de ir a la inauguración de un nuevo bar donde todos los amigos disfrutan de la tarde, ¿cómo estaran? ¿sentados en la terraza o de pie en la barra? ufff esto, para otro dia, porque habrá que plantearse si eres de barra o de mesa, igual depende si la cerveza viene con cena incorporada o no; igual también uno está sentado o tumbado para ver la televisión dependiendo del programa que ve, también puede depender de lo que uno está haciendo además de ver la televisión, navegar por internet, fumar...igual hasta depende de la comodidad del sofá, algunos sólo se pueden soportar tumbados. Por cierto, lanzo una pregunta a los que ven la televisión sentados o tumbados que me expliquen ventajas e inconvenientes o si existe una razón por la que lo hacen de una manera o de otra.  Necesito vuestros comentarios para saber si la ocurrencia diferencial del fenómeno es trivial o podemos montar una teoria divertida de diferencias individuales sobre el uso del sofá.






viernes, 25 de marzo de 2011

Una caja de fresas y el mundo hecho un batido


¡Cómo está el mundo!, resquebrajado por Japón, en guerra en muchos sitios que no ocupan ni un minuto en los  telediarios  – El Internacional Crisis Group alerta de 16 conflictos para este  2011 http://www.crisisgroup.org/en/publication-type/commentary/crisis-group-las-guerras-de-2011.aspx y eso que este grupo no habían contado las nuevas revueltas de los países árabes puesto que aún no habían acontecido, pues ponle 25.
Hemos presenciado cómo unos cazas han sobrevolado Libia de parte de los aliados – dícese de un grupo de países que tienen por costumbre  retransmitir por las televisiones de todo el mundo sus caídas de bombas con planos de luces verdes sobre fondo negro –. Estos han lanzado bombas como si fuera una delicada operación a corazón abierto. Una guerra muy extraña que se espera que desarticule la locura del opresor, que sea una solución, espero que lo sea…y no acaben los cazas “aliados” intentando meter su hocicos oscilantes en el pleno medio del territorio de decisión de los propios libios. Estas operaciones de los aliados, dan como miedo y despiertan hasta escepticismo por el hecho que nuestro gobierno de explicaciones  tan delicadas  y casi bonitas para un drama que no tiene nada de sencillo. ¿Y por qué otros  países también están oprimidos pero que no importan tanto?. También hay muchos problemas en Yemen y nadie los ve. Ahora EEUU quiere ceder el mando…. cuando al final lo que suele importar es lo llamado geoestratégico y casi nada de todo lo demás… y que hace ya tiempo ya nadie cedia el mando de nada...¿puede ser que el mundo esté mejorando y la guerra sea para ayudar de verdad?. No puedo ni imaginarlo.
Además por si faltaba decoración, el mundo vive con una amenaza nuclear, y tras esto resurgirá el nuevo debate sobre las nucleares que nos caerá encima y que está por venir. Entonces pienso…Imagínate un país, donde no haya petróleo para evitar meter las narices en otros países con el fin de preservar los barriles que nos tocan y sin energía nuclear para evitar catástrofes que nos amenacen. Imagínalo! No, no puedes! No puedes imaginarlo.
Es cómo cuando se va la luz e intentas iluminarte con la luz del móvil, pero no ves dónde está, no lo encuentras, y para buscarlo y intentas llamarte con el fijo pero ya no es analógico y no funciona sin electricidad!!!.
Imagina que te levantas y el termo no funciona, ni el secador, ni la tostadora, ni lo que es peor, no funciona la Nexpresso!!! Y el jamón del bocadillo tiene que salir de una  alacena – que un porcentaje de población ya no sabe lo que es -  que es donde se guardan los productos al fresco porque no tienes nevera.  Lo del ordenador, no sé, puede que se pueda inventar algo que recargue la batería pedaleando como las máquinas de coser antiguas, pero sin duda, tu trabajo habrá cambiado mucho sin nada para enchufar, piénsalo. Bueno, mis amigos que trabajan en el tribunales de justicia igual no lo notan tanto o, ¿ya les llegó la informática? – es broma y perdón, se puede llamar al servicio de aludidos-. En todo caso, todas las organizaciones que hubieran conservado sus expedientes en papel tendrían una ventaja competitiva!!.
Otra cosa es, ¡cómo ibas a llegar al trabajo!, quieran tus pies que tu trabajo no esté demasiado lejos de tu casa. Mi padre, que en paz descanse, recorría 40km en bicicleta para ir a trabajar. Él nunca necesitó pagar por una clase de spinning, por cierto, la clase de spinning deberá tener tocando músicos en directo, pues no se podria enchufar el reproductor de compact disc.  
Tienes que encender la estufa para la calefacción, pero no te olvides que la motosierra para cortar leña necesita fuel para funcionar.  En fin, sin electricidad ni gasóleos, habría tantos cambios que asumir, desde el hielo picado del mojito en verano, hasta cómo llenar la sobremesa del fin de semana sin esas pelis de las televisiones gratuitas donde sabes quién es el asesino a los tres minutos del inicio.
Esto es exagerado, por supuesto, dado que podríamos plantar todo el país de molinos o techar toda la ciudad con placas solares y volver a tener la energía suficiente. Aunque, aún así, igual solo podríamos tener la electricidad por turnos.  Ironías a parte, es verdad que llegado el momento, deberíamos utilizar el viento, el agua y el aire con la imaginación que nuestros antepasados ya tuvieron, a lo Robison Crusoe, tipo, esas historias y películas del mito “sólo en una isla desierta”, donde sin luz, ni petróleo, desarrollan un complejo de cabañas que ni un destino turístico de Samoa tendría nada que envidiar.
¿Podríamos volver a lo básico?, hay un movimiento norteamericano “back to the basic”,  formado por personas que se han dado cuenta de la velocidad a la que nos lleva el desarrollo y supongo que han querido bajarse un poco de un mundo tan veloz. Tan consumidores que somos de tantas cosas…¿podríamos vivir de otra manera? ¿Tendríamos suficiente placer con la contemplación de la belleza una caja de llena de fresas, con el aroma a café hervido a la lumbre, con el olor del pan tostado amasado en casa, con ver amanecer alguna vez, con leer a la luz de una vela y con conversar largamente con un viejo amigo rompiendo el piar del cuco de la nueva primavera y oyendo lejanas las notas del vecino que canta y toca las cuerdas de una vieja guitarra anhelando su aparato digital de 80 canales?. Igual de pasada, aprendíamos a cultivar, a escuchar el pálpito del planeta, a cuidarlo y a dejar que nos cuide.
En todo caso,  estamos seguros que esto no va a pasar, porque para que el mundo se quede hecho un batido, sin que nada conserve su formato original, tendría que….acaecer un terrible terremoto y un tsunami que provoque una catástrofe nuclear y unas cuantas guerras y todo a la vez…uixxx yo no sé si quedarme tranquila.

jueves, 10 de marzo de 2011

Zoombies, momias y el ombligo de occidente

Últimamente veo como que se ponen de moda otra vez los zombies, supongo que tienen su público que los ha seguido de forma continuada, pero yo no los había visto desde el vídeo de Michael Jackson.


En cambio, momias sí que he visto, como decía hace unas semanas Maruja Torres en el País Semanal. http://www.elpais.com/articulo/portada/Peores/imposible/elpepusoceps/20110213elpepspor_1/Tes

Cómo dice Maruja Torres, las momias en las que nos hemos convertido los europeos hizo que ni capaces fueron nuestros responsables políticos de dar apoyo a los ciudadanos del norte de África en su lucha por la libertad. Yo hablo de un apoyo temprano, el que pone de manifiesto la confianza en un pueblo y no a toro pasado, cuando ya han tenido que demostrar que su intención no era inmolarse, todos a la vez, en el culo de un europeo bien vestido. A toro pasado ya no vale, lo que vale es una apoyo desde el princiopio, a quien lucha por su dignidad y su libertad con un clamor pacífico y sin las reservas que tienen mis adorables politicos que nos "representan" siempre que aparece algo un poco lejos de su puñetero ombligo occidental. Pues a parte de mirárselo - el susodicho ombligo europeo - habria que hacerse más preguntas interesantes cómo en el blog
http://www.mohammed-mazroua.blogspot.com/

Pero estoy segura que miles de momias - confieso que me incluyo- sentimos envidia de aquellos que todavía tienen en su sociedad la capacidad de salir a la calle y reivindicar. Supongo que tenemos más probabilidad de sentir envidia las generaciones a las cuales se nos asentó el culo en los años de bienestar y ya no hemos podido levantarlo. Aquellas generaciones a las que nuestros padres nos dieron "todo aquello que ellos no tuvieron" - millones de gracias a ellos y mi más profundo respeto -. Afortunadamente tuvimos facilidades y ahora sentimos envidia porque hemos perdido como sociedad el arrojo de salir a la calle y reinvindicar y... no sera porque andamos escasos de limitaciones, y recortes y ajustes y penurias!!.


Ya no es pedirselo a los que ya corrieron delante de los grises o a mis cuatro amigos anarquistas y rojos convencidos, estos ya colaboraron, algunos aún colaboran, cumplieron con su cupo - gracias por vuestro legado-, pero las generaciones siguientes... es como si ya no pudieramos hacer nada. Es cómo si nos poseyera el letargo y como zoombies sólo salimos por la noche...(¿o los zoombies tambien salian de día?) y discutimos de cómo se está poniendo el mundo con una colección de quintos de estrella damm bien bebidos y muy mal fumados- porque los quintos que se beben con cigarro y sin frio ahora solo son de ámbito privado, donde no se puede conspirar con las masas-. Y no será porque no hace ya algún tiempo que andamos con las redes sociales...que ha demostrado ser una buena herramienta para unir voluntades reivindicativas.


Pero la esperanza hay que conservarla intacta, puede que una manifestacion en la calle esté quedando obsoleta, pero estoy segura que un dia despertaremos y con facebook o con blogeros "revolucioneros" o con ideas brillantes de nuestros jóvenes, se oirá el clamor de las cosas que estan un poco bastante mal hechas...¿nos haran trabajar hasta los cien años?, ¿nos pondran normas para todo? ¿haran exámenes de ciudadania a los emigrantes?¿nos echaran del trabajo a la calle directamente justo cuando tengamos aquella edad en la que algún idiota se ha inventado que ya no trabajaremos más por estar "fuera" de mercado?. Seguramente hay que encontrar una nueva forma de reivindicar, supongo que las antiguas formas de hacerlo han caducado en el zoombieland....vamos todos a unirnos y pensar cuál va a ser nuestra forma de cambiar el mundo.....quien tenga una idea que me la diga...

Ah y lanzo una pregunta al aire para ver si alguien la sabe; ¿porqué en las pelis de zoombies, donde el mundo se supone que ya se ha acabado, y apenas quedan cuatro supervivientes, las cosas que funcionan con electricidad...lo hacen con normalidad?¿Hay una central nuclear que sigue funcionando?. Puedo tragarme lo de la gasolina de los coches de los supervivientes, supongo que en un tanque puede haber manera de aspirarle la gasolina - aún que no exista un surtidores funcionalmente efectivos- pero la electricidad no se almacena ....y las ferias y parques de atracciones siguen funcionando... igual es una pista y la radioactividad combate el fenómeno zoombie, a ver si va a ser también la solución para no tener que ir a 110 km/h para ahorrar gasolina...mira tu por donde...

sábado, 5 de marzo de 2011

El azar no era tan generoso como el facebook


Facebook te permite llegar a personas que, sin las redes sociales, puede que nunca más hubieras encontrado. El azar no solia ser tan generoso para permitirte encontrar a alguien en el mismo camino después de haber perdido el contacto después de muchos años. Esto nos dibuja un nuevo escenario...el comprobar continuamente si las personas se han convertido en lo que te habías imaginado. Seguro que tu amiga, aquella que la veias en un futuro rodeada de familia y en la más estupenda de las estabilidades, con un hombre triunfador y un collar de lindas perlas oprimiéndole el cuello, resulta que la localizas en facebook y acaba de colgar las fotos de los tres ultimos años que andó perdida en un rincón tibetano. Y lo mismo es válido al revés...seguro que no eres, ni por asomo, lo que aquellas personas que dejaste atrás hace quince años han imaginado sobre ti.

Una profesora en la universidad nos decía, "que cuando pasa el tiempo somos el mismo, pero no somos lo mismo". Supongo que esta idea explica un poco la sorpresa tibetana de la más conservadora y la alta posición social de la punky que bebía vino de brick Don Simon porque su madre no le daba paga suficiente para tomar sus batidos de fresa en la rambla como una señorita. Seguro que ésta segunda sonrie aludida mientras lee porque, por suerte para mi, espero que también para ella, no hace quince años que no la veo. Cuando sigues en contacto con las personas, la evolución es lenta y discreta - salvo extravagancias histriónicas - y no se nota apenas, igual que cuando engordas, no se detecta porque uno crece a lo ancho, de poco en poco, y casi no lo detectas de un dia para otro, solo tomas consciencia cuando te encuentras por casualidad con la foto de tu fiesta de graduación.

Luego existen aquellas personas con las que te forjaste a fuego. Aquellas amistades que por la edad temprana que compartistéis te construistes con ellas y ahora siguen siendo un poco como tu eres, y descubres, después de mucho tiempo sin saber nada, que ambos tenéis una casa de madera en medio de un prado.

Ahora lo dificil es no reconstruir de nuevo tu red, reconstruyes la red de toda tu vida en el facebook, la única cosa es que ahora tu lista de amigos es una miscelania de lo que fuistes en cada momento, y en la lista andan los rockeros, los hippies, los acaudalados y los que no, los compañeros de varios de tus trabajos, los cuales nunca supieron que una vez bailaste como loca ac/dc, los de tu ideologia y los que piensan diferente, los religiosos y los ateos. Y el ancestral arte social de ser un camaleón social y contar cómo te han ido las cosas de forma un poco modificada según quien te escucha, pues se complica porque uno no puede "presentarse" en la red ajustándose a toda la variedad de amigos de tu lista y no tienes más remedio que ser lo que eres y la mayoria de los mundanos colgamos las fotos que evidencia los que somos y cómo lo somos.

Y además, otra cuestión, estás expuesto a los comentarios que los otros quieran colgar en tu muro...y alguién puede recordarte en público aquel evento que pondria colorado a los más blancos mofletes...cómo solia hacer tu madre cuando explicaba tus cosas cuando la tia del pueblo venía de vacaciones. Y sin embargo, existe un especial civismo y recato y no suele pasar nada demasiado grave...todos somos bastante cívicos y correctos y se ha creado un arte, de hablar de tal manera que solo lo entiende el aludido - como dice mi cuñado- si no entiendes qué significa es que el mensaje no es para ti...

Una última cosa, los románticos que piensan que encontrarte en tu camino y por azar a alguien - de repente y en una calle de madrid, por poner un caso - es una señal del destino a la que se debe hacer caso...porque algo significa...pues ahora ...hay que adaptar la idea romántica del destino...pues no tiene caso...encontrar a alguien es facebook no tiene casi nada de destino es más bien un ejercicio sistemático que te pasa cada semana, és un acto lindo de reencuentro, que te deja feliz...y puede que...el reencontrado quede en tu lista de amigos...y puede que no vuelvas a hablar con el/la reencontrada quince años más. Me pregunto si podemos recordar de memoria y sin mirar todas las personas que tenemos en nuestra lista de amigos.

En fin, una herramienta más para la red humana y viva el reencuentro que hace que viva cada dia más feliz en el pais de mis maravillosos.

martes, 1 de marzo de 2011

El deseo, el psicoanálisis y otras dificultades...

Entrar en una conferencia de psicoanalistas lacanianos puede ser lo más apasionante que te pase en tu dia, o lo mejor de hace muchos días...o lo más extraño que te ha pasado en casi toda tu vida...todo depende del grado de familiaridad que puedas llegar a tener con Lacan, y por referencia obligada con Freud, y de la cercania o la lejania con la profesión de Psicólogo. Digo esto estimulada por estar asistiendo a unas reuniones de la actividad psicoanalítica que abren al público general la asociación de Umbral-Tarraco.


Antes que nada, quiero decir que tienen todo mi respeto, los ponentes que he escuchado, y todos los organizadores. No pretende ser este escrito, más que un ejercicio expresivo de alguien que mira el psicoanálisis por una mirilla pequeña, y desde fuera, y desde el lugar del "no saber" y que lo mira porque le apasiona, y porqué no!!!...siente deseo hacia él...hacia el psicoanálisis...y como todos los deseos; ni pueden ser culminados, ni se conocen demasiado -la mayoria de las veces- y seguramente parten de un lugar recóndito dónde uno deberia buscar muchísimo, sentado en un buen diván, antes de encontrarlo.

Para unos oidos ajenos a la profesión de psicoanalista, esa dificultad de comprender todo lo que allí se escucha contiene una dificultad fascinante...!!! y sumamente atrayente...-vaya por delante, que sé que no seria fascinante para todo el mundo-, de repente uno descubre cuántas dimensiones pueden hallarse en el infinito teórico para explicar la vida y como dicen ellos, la condición humana. Quiero creer que en una matriz de datos de 30.000 casos por 1084 variables, cargadas de porcentages, saturaciones, correlaciones y coeficientes - que a mi, por ejemplo, no me asustaría- generaria el mismo estupor en un psicoanalista lacaniano. Quisiera creerlo por aquello de la justicia romántica.


Total, que si te gusta la literatura, si te has planteado alguna vez en tu vida qué significa la palabra "simbólico" y el lenguaje te parece una herramienta fascinante; puede que conectes y pronto entiendas...pero imagino que, hasta quien haya manejado las más complejas teorías científicas, por decir alguna cosa, puede quedar anonadado de cómo hay un como "otro universo" de interpretacion...de cómo las palabras significan y de cómo descubren lo que el que habla no sabe...

Los que nos hemos fijado en el psicoanálisis desde hace mucho tiempo atrás, tenemos una enciclopedia de psicoanálisis, por supuesto - sin leer -, y tenemos la obra de Lacan...casi completa, cuando oímos una cita vamos apresedurados a buscarla en el original. El ponente cita a Lacan y dice " el amor es dar lo que no se tiene" y uno busca entre millones de hojas que no estuvieron escritas para leerse rápido y obvio que no se consigue nada de una pequeña pesquisa, pero con la maestria del conferenciante, con un libro de Lacan - algo completamente inútil para el neófito- y seguro que algo mal añadido, he llegado a entender algo así como que, si el deseo se clava sobre una carencia... sobre lo que uno no tiene...sobre lo que uno no es....¿significa eso que deseo desde donde no soy?...Ahí queda eso... De repente, uno percibe la dificultad inmensa. En el instante de después, desciendes siete mundos de abstracción y uno dice...ufff....prefiero escoger desde donde soy...en vez de desear y el deseo para los poemas y las canciones de amor!. Y después uno encuentra algo mundano en lo que pensar...en otra dificultad - pero es una difultad que de repente te alivia un montón...- ¿qué hago hoy para cenar?










sábado, 26 de febrero de 2011

Ir más despacio

Mientras el norte de áfrica se mueve hacia un futuro mejor con ansia de libertad y deseo de mejoras en la injusta repartición del pastel de los recursos, sus convulsiones nos dan la oporturtunidad de ir más despacio a nosotros. El 7 de marzo hay que contar con unos minutillos más para llegar al trabajo, en el buen caso que lo tengas- el trabajo-. Es decir que caminamos a un mundo mejor si el norte de áfrica consigue más democracia y dignidad y si nosotros vamos más despacio...incluso aunque no cambie nada y nos permitiesen correr a 120/km hora. Porque yendo más despacio el camino se disfruta más, porque yendo más despacio se piensa más. Porque yendo más despacio puedes percibir la brisa que te llega al rostro, que hace millones de minutos que ya no notas. Hace millones de minutos que no te fijas del tacto de tu piel con el aire que te rodea.

Ahora bien, para este país es una restricción más...por si acaso no teníamos pocas. Aunque el motivo se entienda...es un limite más para nuestros movimientos de cada día. Pero como el secreto de la salud está en el optimismo, pues vamos a pensar en desplazarnos de otra manera...quizá podamos volver a la magia del tren - que nos bajan el precio para compensar- a ese medio de transporte que nos mece mientras nos da la oportunidad de leer, o de mirar por la ventanilla e imaginar. Ese momento que nos permite parar. Necesitamos parar. Porque si nos paramos a pensar quizá veremos el disparate que estamos a punto de hacer...

La gasolina está por las nubes...y ahora tenemos que optimizar nuestros movimientos. Tenemos que pensar dónde vamos, cuantas veces vamos....gran oportunidad!!...igual descubrimos que nos moviamos sin sentido. La semana pasada había un par de mozos en edad lozana repostando un ferrari rojo y espectácular, pero los vi tan preocupados por el precio de la gasolina que pensé que efectivamente hay que ir más lentos y pararse a pensar... si te compraste el ferrari, si te lo prestaron o si lo robaste...quizá hubiera que haber pensado también en la gasolina.